El australiano, sin respuesta sobre su futuro tras el desastre de Austria, se plantea dejar MotoGP y aceptar la oferta de BMW en Superbikes. Yamaha, centrada en Quartararo, deja en el aire la continuidad del #43.
Los responsables de Yamaha en MotoGP afrontan uno de los momentos más delicados de su historia reciente. La marca de los diapasones cerró la clasificación del pasado Gran Premio de Austria 2025 con sus cuatro motos ocupando las últimas posiciones, un resultado que ha encendido todas las alarmas en el proyecto japonés. A la falta de competitividad en pista se suma un mercado de pilotos convulso, en el que las piezas no encajan y la incertidumbre aumenta cada día.
La situación de Fabio Quartararo y Álex Rins parece más clara, ambos con contrato hasta finales de 2026, mientras que Miguel Oliveira cuenta con un acuerdo 1+1 condicionado a su rendimiento. Pero el mayor foco está puesto en Jack Miller, cuyo contrato expira a final de temporada y que no oculta su frustración por la falta de comunicación con Yamaha.
“Acerca de lo que piensa hacer Yamaha o cuál es su estrategia, sé lo mismo que tú”, declaró un molesto Miller este jueves en Balaton Park, durante la previa del Gran Premio de Hungría.
👊 Miller presiona a Yamaha: “Ya he tenido suficiente paciencia”
El australiano, representado por Aki Ajo, pidió a la fábrica japonesa que tras la carrera de Austria le aclarara su futuro. Sin embargo, la respuesta nunca llegó. Esa falta de definición ha empujado al #43 a explorar alternativas fuera de MotoGP.
“Tengo opciones fuera de Yamaha y voy a moverme hacia allí. Será fuera de este paddock, claramente, no hay motos disponibles aquí en estos momentos”, reconoció Miller, confirmando que maneja una oferta de BMW para disputar el Mundial de Superbikes (WSBK).
Con 30 años y una carrera con victorias en MotoGP, el piloto de Townsville se muestra dispuesto a dar un giro radical:
“Tengo una fecha límite que no diré. Ya he tenido suficiente paciencia con Yamaha. Si me quieres, me quieres; si no me quieres, no”.
🤔 Un futuro incierto y una Yamaha centrada en Quartararo
En Yamaha la prioridad absoluta sigue siendo desarrollar el nuevo motor V4 para satisfacer a Quartararo, el hombre franquicia del proyecto. El campeón de 2021 es considerado intocable, pero esa estrategia deja en segundo plano el futuro de Miller, que siente que su papel en el equipo no es valorado.
“El tiempo pasa y parece que sí, siento que Yamaha no me quiere. Sobre todo, por la cantidad de nombres que van apareciendo en la lista de candidatos”, lamentó el australiano, criticando también la gestión de Paolo Pavesio, nuevo responsable de Yamaha en MotoGP.
Miller incluso había mostrado interés en ser parte activa del desarrollo técnico de la marca:
“Quería contribuir a desarrollar el motor V4 y trabajar con ellos, porque creo que tengo mucha información de utilidad. Pero si no lo ven así, me moveré y probaré algo distinto”.
Con la salida frustrada de Diogo Moreira, que finalmente firmó con Honda, y los rumores que sitúan a Miller en Pramac junto a Toprak Razgatlioglu, el futuro del australiano se convierte en un rompecabezas que refleja la falta de rumbo de Yamaha.
El tiempo corre y la sensación es clara: mientras la marca japonesa solo piensa en salvar su proyecto alrededor de Quartararo, Jack Miller se siente cada vez más fuera del plan.
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