El GP de Francia 2025 mostró la cara más humana y estratégica de Ducati: Marc Márquez brilla bajo presión mientras Pecco Bagnaia se hunde entre dudas, caídas y Legos.
El circuito de Le Mans fue testigo de uno de los fines de semana más intensos y reveladores para Ducati. El episodio de Inside Ducati del GP de Francia 2025 dejó al descubierto el caos controlado, las dudas constantes por la lluvia y, cómo no, la dualidad perfecta que vive la marca: entre un Marc Márquez imparable y un Pecco Bagnaia cada vez más incómodo con el guion.
Todo empezó con humor, bicicletas y una especie de Tour de MotoGP. “La moto no va bien, así que nos damos a la bicicleta”, bromeaba Marc. Tardozzi, siempre dispuesto a seguir el juego, soltaba un “hay que ganarla” mientras Pecco sostenía la pizarra animando al 93. El piloto de Cervera lo dio todo… hasta que su compañero ‘Pollo’ “rompió motor” por tirar demasiado. Todo entre risas. Ducati en modo distendido, pero con la tensión latente.
Lego, fútbol y confesiones en el Inside Ducati GP de Francia 2025
Gigi Dall’Igna abría la reunión técnica con fútbol. Fan del Inter, se llevó una réplica mordaz de Marc: “Como tú dices, no siempre gana el más rápido ni el más fuerte“. Mientras tanto, Bagnaia encontraba refugio en sus Legos. “Voy a comer y empiezo a montarlo“, confesaba. Un Pecco tranquilo por fuera, pero al que se le escapaba la presión por cada poro.
El sábado: errores, dudas y una pole de locos
Marc se quedaba con la tercera plaza en la Q2. “Exageré un poco al final”, admitía. La conversación con Álex giraba en torno al blando: ¿aguantaría? Mientras, Tardozzi no escondía su admiración por la vuelta de Quartararo: “De locos”. Por la tarde, Pecco se iba al suelo en la Sprint. El silencio del box era absoluto. Marc, por su parte, ganaba y Rigamonti le confesaba un miedo que no existió: “Teníamos miedo en la última vuelta”. Marc, sin pestañear: “Todo bien”.
Domingo: radar, tensión y decisiones al límite
Con el cielo gris y el radar avisando de lluvia, los ingenieros miraban al cielo y a los mapas. Bagnaia salía del garaje: “Llueve“. Toca decidir. Marc proponía: “Es más interesante salir con seco. Si llueve, se puede parar”. El caos empezaba a tomar forma. Las conversaciones en parrilla eran de película. Marc hablaba con calma, Bagnaia dudaba, Tardozzi intentaba mantener el control. Finalmente, Pecco volvía a caer, esta vez tocado por Bastianini. Marc, mientras tanto, hacía su magia: segundo tras Johann Zarco. “Ese tipo andaba”, reconocía. 20 puntos más y la confirmación de que va muy en serio.
Orejas de burro, abrazos y El Clásico
Marc volvía al box entre aplausos. Le ponía orejas de burro a Tardozzi y se reía con los suyos. El abrazo con Enea y Bagnaia también fue captado por las cámaras: “Lo siento”, decía el de Rimini. El GP se cerraba con el Barcelona-Real Madrid de fondo y una frase irónica del 93: “¿Van 4-2? ¿Solteros contra casados?”.
Un equipo, dos mundos
Lo que dejó Le Mans no fue solo una carrera caótica. Fue una postal de Ducati hoy: un equipo que vive entre la genialidad desatada de Marc Márquez y las dudas crecientes de Pecco Bagnaia. El Inside mostró lo que no se ve: las conversaciones reales, las decisiones a cara o cruz y una marca que, aunque reina, vive en constante tensión interna.
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