Con el casco puesto se transforma en una versión que asusta, pero sin el sigue siendo un niño que demuestra como el trabajo y la humildad son sus mejores virtudes.
“Me asusta el hecho de pensar como me puede cambiar mi vida en menos de 24 horas.
Una vida marcada por las motos, esa pasión pasada de padre a hijo, que le corre por unas venas llenas de gasolina, porque la vida de Alonso no se entiende sin el motor en ella. Y que a partir del día seis de octubre de 2024 ha cambiado para siempre.
Es por la noche y sólo tengo ganas de llorar.
Lágrimas que derramaría la noche antes de cumplir ese sueño tan ansiado, el que había imaginado largas noches, pero que a la hora de lograrlo esas lágrimas no caerían de los ojos que tantas emociones derrochaban, y que decían muchas cosas que no se pueden explicar con meras palabras.
Me miro al espejo, me digo a mi mismo: Mañana vas a ser Campeón del Mundo. Se me aguan los ojos.
Y ahora toca creérselo David, lo has hecho. Eres Campeón. El sueño por el que todos estáis ahí, la pasión que compartís y la que os hace empujar al 100% día tras día, carrera tras carrera. Lo has hecho a lo grande, ganando la carrera que te hace Campeón, porque lo tuyo es ganar y así nos lo has demostrado.
No sé si soy realmente consciente de la situación, ni si estoy preparado para ello.
Puede que tú no seas consciente, o que pienses que no estás preparado. Lo normal en un chico de 18 años que se juega todo es ver nervios, fallos o algún tipo de error que demuestre que es humano. A ti no te hacen falta todas esas cosas, porque tu humanidad la demuestras cuando te quitas ese casco que te convierte en un depredador y demuestras que sigues siendo un niño que disfruta haciendo lo que hace.
Es el sueño que siempre he querido desde pequeño.
Te hemos vuelto a ver ser ese niño que soñaba con tocar un cielo que hoy está a tus pies cuando aún con los sentimientos a flor de pie te subías a esa ‘mini moto’ con la que empezaste. Ese número 80 que sigues luciendo y que entra en los libros de historia por todo lo alto.
Y ahora, ahora que lo tengo ahí delante, a sólo unas horas, es cuando más lejos parece estar.
Pocas horas te separaban de lograr esa corona que ahora cargas sobre tus hombros. Una corona que compartes con los que eran tus ídolos y los que ahora te bañan con elogios que te has ganado a pulso. Porque el talento lo llevas de serie, pero el trabajo y constancia te han hecho llegar a donde has llegado y te auguran un futuro brillante.
Por suerte suelo dormir bien y al menos el sueño no me quitará, o no lo sé.
No sé si hoy de madrugada quedaba alguien que no estuviese soñando con la carrera que nos has regalado. Todos hemos sido testigos durante la temporada que cuando fueses Campeón, porque no era un y si, la pregunta era: ¿Cuándo?, lo harías ganando, y a nosotros nos has quitado el sueño.
Lo único que sé es que si mañana sobre las 12 estoy leyendo esta carta es que lo he logrado.
Y así ha sido, a las 12 desde el corazón de Motegi nos abrías un poco más del corazón que en miles de ocasiones ya nos has regalado, y nos dejabas a micrófonos de DAZN, un regalo que será recordado muchas veces. Una carta a corazón abierto del día antes de ser Campeón del Mundo.
Perdón, que lo HEMOS logrado”.
Cerrabas la carta hablando en nosotros, porque como bien has dicho y sabes, el talento y la garra es tuya, pero no lo has conseguido solo. Eras la apuesta de Nico Terol, la que llegó al equipo Aspar y la que hoy les ha dado paz, porque te lo mereces y porque lo has demostrado. Y porque os lo habéis ganado.
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