Carlos Sainz anticipa un fin de semana complicado para Williams en el GP de España 2025 por las debilidades del FW47 en las curvas de alta velocidad del Circuit de Barcelona-Catalunya.
Carlos Sainz había sido claro toda la semana: el GP de España 2025 no iba a ser fácil para Williams. Las características del Circuit de Barcelona-Catalunya no se adaptan a las virtudes del FW47, y este viernes la pista le dio la razón. Tras finalizar 15º en la primera sesión de entrenamientos libres y 14º en la segunda, el piloto español no escondió su decepción: “Ha sido un día complicado, un poco como esperábamos”, declaró tras bajarse del coche.
Sainz explicó que el trazado catalán —con curvas medias y rápidas que exigen carga aerodinámica constante— expone las debilidades del monoplaza británico. “Es exactamente el tipo de curvas en las que sabíamos que íbamos a tener problemas por las características de nuestro coche”, afirmó. Aunque intentaron distintos ajustes de configuración entre sesiones, el cambio fue insuficiente: “Todavía no encontramos mucho tiempo de vuelta y estamos en esa batalla hacia la parte trasera de la zona media”.
Fuera de la lucha por la Q3
El madrileño, que esta temporada ha brillado en circuitos como Miami o Imola, descarta estar en disposición de repetir esa actuación en Montmeló. “No creo que vayamos a ver un rendimiento como el que vimos en Miami e Imola, aunque hagamos un buen trabajo con la puesta a punto esta noche”, explicó con realismo. “Parece que estamos a un segundo del ritmo en cada vuelta que damos aquí”.
Ese déficit de rendimiento, constante en ambas sesiones, deja a Sainz fuera de la pelea por una plaza en la Q3, algo que ha logrado con frecuencia en esta campaña. “Es evidente que en este momento no estamos rindiendo como un contendiente a la Q3”, reconoció.
A la búsqueda de soluciones
Pese al complicado panorama, Sainz no baja los brazos: “Hay muchas cosas que entender y cosas en las que trabajar, pero no nos rendimos”. Tanto él como su compañero probarán “cosas diferentes” en la jornada del sábado con la esperanza de encontrar algo que marque la diferencia. “Veremos si podemos encontrar algo que nos dé un poco de rendimiento”, concluyó.
Montmeló se confirma así como un muro difícil de escalar para Williams, y la clasificación de este sábado será, salvo sorpresa, un ejercicio de resistencia más que de ambición. Pero con un Carlos Sainz combativo y analítico, el equipo tiene una baza sólida para minimizar daños en uno de los fines de semana más exigentes del calendario.
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