La presión del histórico dirigente italiano y los errores de Jack Doohan podrían abrirle de nuevo la puerta de la F1 al joven piloto argentino, que ya brilló en su debut el año pasado en Monza.
La Fórmula 1 es un deporte de oportunidades, pero también de impaciencia. Y si no que se lo pregunten a Franco Colapinto. El joven talento argentino lleva meses esperando su momento, observando desde el muro cómo otros ocupan un asiento que, para muchos, debería ser suyo. Porque lo que hizo Colapinto en su debut con Williams el año pasado fue suficiente para despertar el interés del paddock. Pero en la F1 no siempre basta con convencer: también hay que saber esperar… y tener a alguien poderoso empujando desde dentro.
Colapinto debutó en Monza, en el Gran Premio de Italia, en agosto de 2024. Un escenario histórico y simbólico que podría volver a marcar su camino. Aquella carrera llegó como una sorpresa de última hora tras la salida precipitada de Logan Sargeant. Y el argentino no falló: noveno en clasificación, octavo en carrera. Un estreno de ensueño para cualquier debutante. Pese a las limitaciones evidentes de un monoplaza como el Williams, Colapinto sumó 5 puntos en pocas carreras, tan solo siete menos que un Alex Albon que completó la temporada entera. Las comparaciones fueron inevitables. Y favorables.
Sin embargo, el mercado de pilotos no le dio una segunda oportunidad inmediata. Con Williams ya comprometido con Carlos Sainz como segundo piloto para 2025, el argentino quedó sin hueco. Entonces apareció Flavio Briatore. El italiano, experto en detectar talento precoz y con un historial que incluye nombres como Schumacher o Alonso, no tardó en mover ficha. Convenció a Alpine para fichar a Colapinto como piloto reserva. Desde entonces, el entorno de Enstone vive una especie de guerra fría entre el poder clásico de la escudería y la influencia creciente del siempre polémico Briatore.
Jack Doohan en el foco
El foco de esa batalla interna tiene nombre y apellido: Jack Doohan. El australiano era la gran apuesta del equipo para acompañar a Pierre Gasly, pero sus actuaciones han sembrado más dudas que certezas. En Miami, en el último Gran Premio, por fin logró un pequeño hito: superar a su compañero y colarse en Q3. Pero lo arruinó en la salida con un error infantil que acabó en incidente con Liam Lawson. Otra carrera sin puntos. Otra oportunidad desaprovechada.
Y ahora, todas las miradas apuntan de nuevo a Imola. El mismo país, el mismo espíritu. Italia vuelve a ser el posible escenario de una reaparición de Franco Colapinto. Según ha informado el medio especializado The Race, Alpine baraja muy seriamente cambiar su alineación titular para el GP de Emilia-Romaña. De hecho, todo parece apuntar a que se confirmara en unas horas.
Un cambio hecho
La historia de Colapinto en la F1 es aún breve, pero intensa. Muchos dentro del paddock reconocen que hay madera de piloto top en sus manos. Su paso por la Fórmula 2, sus actuaciones como reserva y, sobre todo, su madurez a la hora de afrontar cada reto han reforzado la idea de que merece estar en la parrilla. Y si hay un momento para apostar por él, es este. Porque en la F1, el tiempo de gracia se mide en décimas, y Jack Doohan está agotando las suyas.
Colapinto espera. Briatore presiona. Y Alpine, quizás por convicción o tal vez por necesidad, parece cada vez más cerca de dar el paso. Imola aguarda. Y el destino, como tantas veces en este deporte, podría volver a escribir su historia en italiano.
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