El francés reconoce que solo pudo atacar una vez, lamenta la falta de ritmo y vuelve a señalar las limitaciones de la Yamaha en top speed y durabilidad del neumático blando.
Circuito Ricardo Tormo (Valencia).- La jornada volvió a dejar una sensación conocida para Fabio Quartararo: rendimiento limitado, incapacidad para atacar y una Yamaha que sigue dando síntomas de estancamiento. El piloto francés habló sin filtros tras una carrera en la que apenas pudo luchar y donde las carencias mecánicas volvieron a marcar su resultado. Sus palabras reflejan la realidad de un proyecto que todavía no encuentra la fórmula para dar un paso adelante.
📝 “Solo pude atacar una vez”: Quartararo describe su carrera
El francés fue directo desde el primer segundo:
“El ritmo no estaba. Sabemos que nuestras carreras son más de defender que de atacar”.
Quartararo explicó que su único movimiento ofensivo llegó en la curva 4 de la primera vuelta, aprovechando un pequeño error de Marco Bezzecchi. Más allá de ese instante, la carrera fue una lucha constante para aguantar el empuje de sus rivales.
Cuando se le preguntó si había algún punto positivo para rescatar, su respuesta fue contundente:
“No”.
⚙️ Problemas con el neumático blando y la eterna falta de velocidad punta
Uno de los grandes temas del fin de semana fue el rendimiento con el neumático blando. Quartararo explicó que el compuesto solo funciona durante una vuelta con la Yamaha:
“El soft es súper blando para nosotros. Básicamente rodamos como si tuviéramos un solo neumático. Gira mejor, puedo entrar más rápido, pero no dura más de 10 vueltas”.
La falta de tracción y estabilidad vuelve a empujar al francés a utilizar configuraciones más conservadoras, aun sabiendo que limitan su potencial en clasificación.
A ello se suma el ya clásico problema de la marca japonesa: la velocidad punta.
“Sabemos cuánto perdemos desde la última curva hasta el punto de frenada… Es muchísimo. Pero creo que hicimos una gran vuelta”, reconoció, resignado.
🌡️ Condiciones de pista “extrañas” y dudas para el domingo
Quartararo también comentó la rareza del asfalto: los pilotos estaban recogiendo goma en lugar de depositarla, algo poco habitual.
“La pista estaba blanca en el carril de carrera y negra fuera de la trazada. No tengo tiempo de mirar dónde está el negro, pero era extraño”, confesó.
El francés esperaba menos degradación del neumático trasero, pero admitió que él y muchos pilotos sufrieron también con el delantero, un punto débil que le preocupa de cara a la carrera con doble long run del domingo.
🔮 ¿Qué esperar del domingo?
Sin grandes cambios a la vista y con un desgaste persistente, Quartararo afronta el domingo con más dudas que certezas. Apuesta por ser constante, evitar errores y aprovechar cualquier oportunidad que surja, pero reconoce que el margen de mejora es limitado.
“Yamaha sigue sin dar el salto que necesita, y Quartararo lo sabe mejor que nadie”.
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