El francés reconoce la presión de heredar el asiento de Rossi en Yamaha y analiza las mejoras técnicas y emocionales vividas en 2025.
Fabio Quartararo ha vuelto a brillar en algunos momentos de esta temporada 2025 de MotoGP con su Yamaha. El piloto francés ha conseguido poles y liderar varias carreras, señal de que la Yamaha ha dado un salto cualitativo, aunque aún insuficiente para luchar por victorias constantes. En una charla junto al expiloto Andrea Migno, Quartararo compartió sensaciones sobre su situación actual, los puntos fuertes y débiles de su moto, y cómo ha afrontado los altibajos en su trayectoria deportiva.
El ambiente que empuja y agota
“Realmente es increíble porque desde el jueves parece un sábado. En alguna pista al final ves que no pasa nada desde el jueves hasta el domingo, pero aquí desde el primer día hay energía. Eso te da fuerza, pero también cansa”, comentó sobre la experiencia vivida en Le Mans este año. “Después del Sprint estuve cuatro horas haciendo pruebas. Normalmente no voy al box, pero esta vez necesitaba estar tranquilo. Aun así, el apoyo de la afición es increíble.”
Yamaha 2025: sensaciones positivas, carencias evidentes para Fabio Quartararo
Quartararo se muestra optimista con los progresos técnicos: “Ahora realmente me siento mejor. Sabemos con qué sufrimos: agarre, aceleración, potencia y aerodinámica. Pero en circuitos como Jerez, donde el agarre es bueno, fuimos muy rápidos. Hemos recuperado confianza y eso se nota en las vueltas rápidas.”
Aun así, es consciente de las limitaciones: “Cuando el neumático cae, la electrónica nos penaliza. Son detalles que hacen que Ducati esté mejor en distancia de carrera. No hay un gran secreto, solo mejoras paso a paso. El chasis ha cambiado mucho desde el año pasado y la electrónica también. Ahora la moto es más fácil de pilotar, pero sigue siendo muy nerviosa.”
El impacto psicológico de los malos años con Yamaha MotoGP 2025 para Fabio Quartararo
La temporada 2023 fue especialmente dura para el campeón de 2021: “En 2019-2022 estábamos siempre delante. Pero en 2023 dimos un paso atrás mientras los demás avanzaban. Pasamos de luchar por podios a estar entre el 7º y el 12º. Fue muy duro mentalmente. Incluso desde casa no estaba feliz. Me hice preguntas, pensé que el problema era yo.”
El francés admite que acudir a un psicólogo le ayudó: “Fui una o dos veces y me hizo entender las cosas. El año pasado fue terrible, ni siquiera logramos un podio, pero me sentí más tranquilo y enfocado para mejorar la moto. Creer en dónde estás es clave.”
Asumir el lugar de Valentino Rossi: presión silenciosa
Cuando Quartararo pasó del Petronas Yamaha al equipo oficial ocupando el asiento de Valentino Rossi, sintió la carga emocional del cambio: “Nunca quise decir que ocupaba su lugar, porque Vale es un icono. Estaba asustado. Sentía que tenía que honrar ese sitio. En Qatar 2021 lo hice mal, estaba tan nervioso que ni pensé en los neumáticos. Pero luego ganamos la segunda carrera. Vi que la gente notaba que era rápido. Ese era mi objetivo.”
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