Una brillante actuación de Fabio Quartararo en Silverstone terminó en frustración por un fallo mecánico, pese a mostrar un rendimiento esperanzador con una Yamaha renovada.
Fabio Quartararo rozaba su primer gran resultado de la temporada, pero el Gran Premio de Silverstone acabó convirtiéndose en otra amarga decepción. Con el coraje de siempre y su innato talento, el piloto de Yamaha estaba realizando una actuación destacada hasta que su M1 lo dejó a pie de pista.
“Pensé que no debíamos guiarnos por la media, ya que en la sprint estuvimos bien adelante, aunque mal en la parte trasera. Aun así, optamos por esa configuración. Sabía que, para ir rápido, tendría que frenar con fuerza constantemente, y así lo hice. Desde la primera vuelta traté de retrasar la frenada y no abusar del freno trasero”, explicó Quartararo.
En un punto de la carrera, Johann Zarco recortó dos o tres décimas, pero Fabio reaccionó con contundencia: “Piloté muy bien”. Sin embargo, todo se vino abajo cuando el reductor trasero se bloqueó. “Una pena enorme, hacía mucho que no me sentía tan bien sobre la moto. Lo tenía todo bajo control”.
Con inteligencia y táctica, “El Diablo” evitó forzar la situación. En la segunda vuelta ya contaba con más de dos segundos de ventaja y optó por conservar el ritmo, consciente de que empujar demasiado pronto podría arruinar el neumático trasero al final. Por ello, se enfocó en ser más agresivo con el delantero.
Tras la bandera roja, el reto era recuperar confianza rápidamente, pero con el neumático blando en la parte delantera se sintió cómodo y volvió a atacar con intensidad. A pesar del fuerte viento, rápidamente identificó los puntos donde podía apretar y aquellos en los que debía mantener la cautela. “En resumen, debemos estar satisfechos con lo que hicimos”.
“Todo iba bien, pero terminó en desastre”
Consultado sobre si su actuación le dejaba un sabor esperanzador, Quartararo no ocultó sus emociones: “Sí, esto da esperanza… pero lo que pasó es una mierda. De todos modos, la moto ha mejorado y ahora sabemos que podemos luchar”.
El rendimiento mostrado en Silverstone sorprendió incluso al propio Fabio: “No esperaba que los neumáticos medios funcionaran tan bien, sobre todo porque el viernes no pude calentarlos correctamente. La estrategia fue acertada y eso nos permitió ser competitivos”.
En cuanto a los dispositivos de salida, cuya eliminación está prevista para 2027, el francés fue claro: “Proporcionan una ventaja, pero será positivo no tenerlos. No diré que son peligrosos, pero para activarlos hay que frenar muy fuerte. Creo que la caída de Álex Márquez tuvo algo que ver con eso. Frenar fuerte con neumáticos medios, especialmente en el lado derecho, es muy arriesgado. No hago las reglas, pero mientras se puedan usar, seguiremos haciéndolo porque nos hacen rápidos”.
Tras el mal trago, encontró algo de consuelo en su amigo Tom: “Es mi mejor amigo y me conoce como nadie. Me dijo que soy el más fuerte. En Jerez conseguí mis primeros puntos y después rompí el quickshift; aquí pasó lo del reductor. Habrá circuitos donde nos irá bien y otros donde no tanto, pero estamos remontando”.
Sobre las molestias que arrastró durante el fin de semana, explicó: “Con neumáticos blandos había más rebote, pero con los medios fue mejor. La clave era entrar fuerte en las curvas y mantener la velocidad. ¿El viento? Muy fuerte y peligroso en algunas curvas, pero aprendí rápido a adaptarme. Incluso ayuda a frenar. Todo iba bien… hasta que falló”.
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