Massimo Rivola, director deportivo de Aprilia, hace balance de una temporada complicada y pone el listón alto de cara al nuevo curso.
Si hay una realidad que define la actualidad en MotoGP es que Ducati se ha convertido en la dominadora absoluta de la parrilla de la categoría reina. Campeones en 2022 y nuevamente campeones este 2023 con un Pecco Bagnaia que es señalado como la nueva joya italiana y sus compatriotas y compañeros de marca subiendo aun más el listón. De hecho, este curso, los tres primeros clasificados del Mundial fueron pilotos Ducati. Con esta verdad irrefutable, al resto de marcas solo le queda tratar de destronar a las actuales reinas, empezando por Aprilia, la tercera mejor escudería actualmente de la parrilla de MotoGP.
Después de un año en el que Aleix Espargaro estuvo más cerca que nunca de luchar por su primer título de Campeón del Mundo, las expectativas eran altas. Sin embargo, como todo en la vida la realidad supuso un escenario muy diferente para la marca de Noale donde los problemas se instauraron y los resultados tardaron en llegar. “Lo peor que se puede hacer es reaccionar de forma exagerada cuando las cosas no van bien. Si nos fijamos en la primera mitad de la temporada, no estuvimos a la altura ni en términos de rendimiento ni en términos de resultados. Mantuvimos la calma, seguimos presionando y luego celebramos dos victorias“, reconocía Massimo Rivola, director deportivo de Aprilia a Speedweek.com.
La lucha contra las Ducati
A pesar de ello, una de las características que siempre han definido a la escudería italiana es la de saber salir de los baches, precisamente el objetivo que se han marcado de cara al nuevo año donde esperan poder volver a luchar por el título. “La moto está mejorando en general. Se trata de detalles y debemos trabajar más diligentemente en esos detalles”, confesaba. Aunque para ello deberá batir a las temidas Ducati. “Sólo los pilotos de Ducati nos ganan regularmente y tienen una gran ventaja con ocho motos en la parrilla, ocho motos fantásticas, y el año que viene será aún peor porque la moto que ganó el título mundial es pilotada por Marc Márquez”.
A pesar de ello, Rivola confía en poder hacer un buen ejercicio este invierno y llegar bien preparados a la temporada 2024. “Si el piloto cuenta con el entorno adecuado, puede marcar la diferencia. Ese extra para cerrar la última brecha puede venir del piloto. Estoy convencido de eso”. Con un objetivo claro: “Nunca planeas bajar tus expectativas. El objetivo debe ser ser el segundo mejor fabricante“, concluía.
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