Claudio Domenicali, CEO de Ducati, analiza la complicada situación de Pecco Bagnaia tras su 12º puesto en la sprint del GP de Alemania.
Ducati vive un momento agridulce en Sachsenring. Mientras la sonrisa regresaba al box con la brillante victoria de Marc Márquez, el otro lado del garaje, el de Pecco Bagnaia, reflejaba preocupación. El campeón del mundo terminó 12º en la sprint del sábado, a 20 segundos del líder, y con sensaciones más que alarmantes. Una situación que ha obligado incluso al CEO de Ducati, Claudio Domenicali, a romper su habitual cautela y pronunciarse con firmeza.
“Cuando terminas una sprint a 20 segundos, no has hecho una buena carrera”, sentenció Domenicali tras el mal resultado de Bagnaia, reconociendo que el piloto no encontró en ningún momento las sensaciones que necesitaba: “Se corrió en condiciones distintas, y algunas de sus sensaciones fueron similares. Se quejó de cosas demasiado grandes, como si algo importante no estuviera funcionando”.
Una espiral de dudas
Desde el muro de Ducati se reconoce que algo no está funcionando en el entorno de Bagnaia, pero aún sin un diagnóstico claro. Domenicali se esfuerza en buscar matices: “Pecco es alguien que ha ganado en mojado. Hay algo que no está encajando. No creo que sea un problema del nuevo chasis. Está claro que cuando tienes una base que te da confianza y cambias poco, eso te transmite seguridad. Hacer muchas pruebas no ayuda a coger confianza, pero si no la tienes… es el perro que se muerde la cola”.
En su análisis, el directivo no oculta una preocupación creciente. Aunque se ha trabajado para ofrecer al piloto nuevas soluciones, los resultados no llegan: “Si tuviera la solución, ya le habría dado un consejo. El tema no es sencillo. Le trajimos un nuevo chasis para darle sensaciones diferentes, para cambiar algunos elementos. Pero cuando se habla de sensaciones, no es algo claro, no se puede medir todo; solo se pueden hacer cambios y partir de ahí“.
Contrastes dentro del mismo box
El contraste con el rendimiento de Marc Márquez, que sí logró exprimir al máximo la GP25 hasta llevarla al podio, es evidente. Y en Ducati lo reconocen: “Nos gustaría que todos nuestros pilotos estuvieran en el podio, pero es complicado y difícil. Nuestro trabajo, como equipo, es poner la moto en la mejor condición posible. Claro, cuando se gana como lo hizo Marc, con tiempos excepcionales, uno querría estar completamente feliz. La situación de Pecco nos preocupa un poco. Intentaremos entender cómo hacer algo por él para mañana”, cerró Domenicali.
Bagnaia no atraviesa su mejor momento y el lenguaje corporal en el box lo dice todo. La confianza, tan volátil como crucial en MotoGP, se le ha escapado de las manos. Ahora, el reto para Ducati es doble: volver a poner a su piloto franquicia en condiciones de luchar… y hacerlo rápido.
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