El pentacampeón del mundo de motociclismo reacciona en redes tras el relevo de Jack Doohan en favor de Colapinto, mientras la crisis de resultados de Alpine sigue sin solución.
La tormenta deportiva que atraviesa Alpine en este inicio de temporada ha sumado un nuevo capítulo con un ingrediente emocional: el despido anticipado de Jack Doohan y la reacción pública de su padre, Mick Doohan. El cinco veces campeón del mundo de 500cc no ha necesitado palabras para expresar su opinión. Bastaron un par de stories en su cuenta de Instagram —que, como sabemos, desaparecen en 24 horas— para encender el debate: imágenes con los resultados comparativos entre Jack y Pierre Gasly. Sin comentarios, sin explicaciones. Solo los datos, pero acompañados de un claro “Thoughts” (Pensamientos). Una invitación sutil, pero directa, al análisis.
Y lo cierto es que los números no mienten, aunque pueden interpretarse de muchas formas. En lo que va de temporada, el Alpine A525 ha demostrado ser uno de los coches más débiles de la parrilla. Gasly solo ha brillado en Baréin, donde fue séptimo y sumó seis de los siete puntos del equipo. El otro, lo consiguió con un octavo puesto en la sprint de Miami. Por su parte, Doohan ha tenido un paso fugaz y errático: 16º en la misma sprint de Miami, 20º en China —último, con sanción incluida— y un abandono en la carrera del domingo en Miami por un toque con Liam Lawson. La única nota positiva fue su actuación en la clasificación del GP de Miami, donde superó a Gasly y accedió a Q2.
Un movimiento polémico
Sin embargo, ni eso fue suficiente para mantenerlo en el asiento. En Alpine parecen haber perdido la paciencia y han decidido dar paso a Franco Colapinto, anunciando que estará en cinco Grandes Premios, con una evaluación prevista antes de Silverstone. ¿Es el final del camino para Doohan en la F1? De momento, todo apunta a que sí.
Mick Doohan, sin embargo, no parece resignarse. Su gesto en redes no solo defiende a su hijo, sino que pone el foco en un coche que no rinde y en una gestión deportiva que parece tan perdida como el rumbo del A525. En Enstone hay talento, pero los resultados no llegan, y la presión se acumula.
Mientras tanto, Colapinto tiene ahora la difícil tarea de cambiar una narrativa que ya viene marcada por el ruido mediático y las decisiones controvertidas. El futuro de Alpine, como el de Doohan, está en un momento crítico. Y en la Fórmula 1, los gestos silenciosos a veces dicen más que las declaraciones. Mientras tanto, Doohan observa, reflexiona y trabaja en silencio. “Mantendré la cabeza baja y seguiré trabajando duro”, afirma. Porque así es este deporte: cruel, exigente y a menudo injusto. Pero también capaz de recompensar a quienes no se rinden. Y Jack, pese al golpe, parece decidido a seguir soñando.
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