Las concesiones han despertado a los gigantes dormidos en MotoGP. El campeonato ya no es territorio exclusivo del ‘Desmosedici Power’.
Después de varias temporadas marcadas por el dominio casi absoluto de Ducati en MotoGP, los últimos resultados en el campeonato reflejan un cambio significativo gracias a las concesiones. En las dos últimas carreras disputadas, dos marcas no vinculadas al fabricante italiano han logrado la victoria: Honda y Aprilia. Un hecho que pone en evidencia el impacto real del nuevo sistema de concesiones impulsado por la FIM y Dorna para reducir la desigualdad entre fábricas.
Dos victorias fuera del ecosistema Ducati
El primer aviso llegó con Johann Zarco, quien logró una sorprendente victoria en condiciones de lluvia en el Gran Premio de Francia pilotando la Honda del equipo LCR. Días después, Marco Bezzecchi, con Aprilia, se impuso en el Gran Premio de Gran Bretaña, aprovechando un fallo mecánico en la Yamaha de Fabio Quartararo y en plena agitación por el futuro incierto de Jorge Martín. Estas dos victorias consecutivas fuera del entorno Ducati son las primeras en mucho tiempo y reflejan que la distancia con el fabricante italiano se está acortando.
Las concesiones empiezan a dar resultados
El sistema de concesiones fue reintroducido este 2024 con el objetivo de facilitar el desarrollo técnico de las fábricas en crisis, especialmente Yamaha y Honda. Estas concesiones permiten realizar más test privados, disponer de mayor número de motores y modificaciones durante la temporada, así como un desarrollo más libre a lo largo del año.
En el caso de Yamaha, el desarrollo del nuevo motor junto al ingeniero Luca Marmorini ha sido clave. Fabio Quartararo ha logrado recuperar sensaciones y rendimiento, sumando tres poles consecutivas en las últimas citas, además de volver a pelear por posiciones de podio.
Honda, por su parte, también ha mostrado un progreso evidente. La salida de Marc Márquez obligó a la fábrica japonesa a reorganizar su estructura técnica. En las últimas carreras, Joan Mir y Luca Marini han conseguido entrar en el top 10 de forma constante, mientras que el trabajo de Aleix Espargaró como piloto probador ha sido fundamental para acelerar la evolución de la RC213V.
Ducati sigue siendo fuerte, pero ya no es intocable
A pesar de mantener una estructura sólida y una moto competitiva, Ducati ha dejado de ganar con la regularidad que mostraba en temporadas anteriores. Pecco Bagnaia ha sufrido varios abandonos recientes y ha expresado públicamente sus dudas sobre el rendimiento de la GP25, mientras que Marc Márquez, actual líder del campeonato, ha perdido parte del impulso mostrado al inicio de temporada. Las declaraciones críticas de Bagnaia, asegurando que “algo no está funcionando” y que la moto “no permite ir al límite con confianza”, confirman que la hegemonía de Ducati ya no es incuestionable.
Un campeonato más abierto
El sistema de concesiones ha cumplido su función principal: hacer MotoGP más competitivo. Por primera vez en mucho tiempo, el campeonato se presenta abierto, con más fábricas capaces de ganar carreras y con múltiples nombres en la lucha por el título. Yamaha y Honda, que habían sido relegadas en los últimos años, vuelven a estar en el radar de la victoria. Mientras tanto, Ducati deberá reaccionar para mantener su posición de referencia en una parrilla que ya no le teme.
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