Ferrari tenía todo para ganar en Budapest, pero un fallo en el SF-25 hundió las opciones de Charles Leclerc cuando mejor estaba. El monegasco acabó fuera del podio y devastado por una oportunidad perdida.
Ferrari llegaba al Gran Premio de Hungría 2025 con ambición renovada y la sensación de que, por fin, podían pelear por la victoria. Charles Leclerc lo confirmó en pista: dominó el primer stint, aguantó el ritmo de McLaren y parecía tener todo bajo control. Pero todo se torció tras su segunda parada. Lo que parecía una simple caída de rendimiento escondía algo más profundo: un fallo en el chasis del SF-25.
“Desde la vuelta 40 tuvimos un problema en el chasis. Desde ese momento fui un pasajero. No podía hacer nada más”, reconoció Leclerc, aún frustrado tras bajarse del coche.
El problema no fue detectado en tiempo real por los ingenieros de Ferrari, lo que generó confusión en el muro. Incluso el director del equipo, Frédéric Vasseur, apuntó inicialmente a una pérdida de presión en los neumáticos como causa del bajón de ritmo. Pero Leclerc, tras una rápida reunión postcarrera, lo desmintió: “No era eso. Era el chasis. Y no había nada que hacer.”
🟧 “Una oportunidad real de ganar”
Leclerc no escondió su decepción. Lo vivido en el Hungaroring, para él, fue la oportunidad más clara del año para subir a lo más alto del podio.
“Si hubo un día en el que podíamos ganar, era hoy. Lo teníamos todo: ritmo, estrategia, posición. En los primeros dos stints estábamos en la lucha… y luego perdimos 45 segundos en los últimos 30 giros. Increíble”.
🟧 Una primera mitad de año para olvidar
Con esta nueva decepción, el balance de la primera mitad de temporada 2025 para el monegasco es desolador.
“No salvo nada. Cuando tienes una oportunidad de oro y no la aprovechas, algo falla. Hemos trabajado mucho, pero no ha sido suficiente. Estoy decepcionado, frustrado… pero hay que seguir”, sentenció en Sky Sport F1.
🟩 Ferrari, en el filo
El problema técnico no solo afectó el ánimo de Leclerc: también hundió las opciones de Ferrari en un fin de semana donde McLaren volvió a demostrar su fortaleza, con un nuevo doblete y un ritmo demoledor. Leclerc cayó al cuarto lugar, superado incluso por George Russell, que lo adelantó con una maniobra impecable.
A pesar de las mejoras aerodinámicas y de suspensión introducidas en las últimas carreras, la inestabilidad del SF-25sigue poniendo en jaque al equipo italiano. En Hungría rozaron la gloria… pero, otra vez, se fueron sin premio.
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