El piloto de Williams lidera a su equipo en las dos sesiones del viernes, apunta a la Q3 como objetivo realista y alerta sobre una degradación de neumáticos inesperada en Yas Marina.
Carlos Sainz cerró el viernes del Gran Premio de Abu Dhabi 2025 de Fórmula 1 como el piloto más rápido de Williams tanto en los Libres 1 como en los Libres 2, un dato que, sin embargo, no se tradujo en posiciones destacadas en la tabla de tiempos. Noveno en una FP1 marcada por la presencia masiva de rookies y decimotercero en la sesión vespertina, el piloto madrileño dibujó un retrato fiel del momento que vive la zona media: igualdad total, márgenes mínimos y cualquier detalle decide.
Pese a ello, Sainz se marchó del circuito con sensaciones positivas. El español subrayó que el rendimiento del FW47 fue sólido en términos generales, aunque reconoció problemas concretos en curvas críticas del trazado. “El coche no se siente mal. El equilibrio es bueno, salvo en un par de curvas donde sufrimos un poco, sobre todo en la 9, en apoyo largo”, explicó tras bajarse del monoplaza.
El mensaje fue claro: Williams no es hoy el referente de la zona media, pero tampoco está lejos del grupo que luchará por las últimas plazas de honor en clasificación.
🔧 Igualdad total en la zona media
Sainz puso el foco en la extrema compresión de tiempos que domina este final de temporada. Con diferencias de apenas una o dos décimas entre equipos, cualquier pequeña variación de combustible, temperatura o tráfico altera por completo el orden competitivo. “Está todo muy apretado. Aquí los viernes, al ser carrera nocturna, hay veces que la gente va más ligera de combustible y la sesión se vuelve rara”, apuntó el madrileño.
En ese contexto, el piloto de Williams fue realista respecto al verdadero nivel del equipo: “No creo que seamos el coche más rápido de la zona media. Haas y Sauber parecían especialmente fuertes”. Una afirmación que cobra especial relevancia en la lucha por el séptimo puesto del Mundial de Constructores, donde cada punto es oro.
🎯 La Q3 como objetivo posible (pero frágil)
Pese a ese escenario, Carlos Sainz no escondió que el objetivo del sábado sigue siendo alcanzar la Q3. Eso sí, con una advertencia clara: el pase dependerá casi exclusivamente de ejecutar una vuelta perfecta en el momento perfecto. “Podemos llegar a la Q3, pero va a estar muy apretado. Todo se reducirá a quién haga la mejor vuelta cuando toque”, sentenció.
La clasificación se presenta, por tanto, como una lotería milimétrica, donde Williams necesita clavar estrategia, neumáticos y tráfico si quiere colarse entre los diez primeros de la parrilla.
🛞 La sorpresa del viernes: la degradación de los neumáticos
De cara a la carrera, el gran dato inesperado del viernes fue la degradación elevada de los neumáticos delanteros, especialmente en tandas largas. “Ha sorprendido un poco a todo el mundo. Aquí siempre ha sido una carrera a una parada, probablemente volverá a serlo, pero el desgaste delante fue mucho mayor de lo esperado”, explicó Sainz.
Esta variable puede alterar estrategias y abrir la puerta a decisiones agresivas si el graining o la caída de rendimiento se mantienen el domingo. En una parrilla tan apretada, cualquier lectura correcta desde el muro puede valer varias posiciones.
🏁 Un viernes sin brillo… pero con opciones reales
Carlos Sainz terminó el primer día en Abu Dhabi sin focos, sin titulares rimbombantes, pero con algo igual de valioso: opciones reales de pelea. No hay milagros, pero tampoco un techo visible. En un Mundial que se decide por detalles, el madrileño llega con una premisa clara: Williams no parte como favorito, pero está lo suficientemente cerca como para aprovechar cualquier oportunidad.
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