El tricampeón evita por poco la Q1 (P9 en la Práctica) tras cambiar de moto y avisa: si el viento arrecia en Phillip Island, pedirá correr la carrera larga el sábado.
Pecco Bagnaia firmó un viernes de montaña rusa en Phillip Island. El italiano arrancó ambos entrenamientos con malas sensaciones en el tren delantero y gestos de contrariedad que recordaban a su calvario de Mandalika. Sin embargo, salvó el día al cambiar a su segunda Desmosedici GP25, con la que cerró la Práctica noveno (1:27.132) y amarró el pase directo a Q2 por la mínima. Por la mañana ya había dado un primer paso adelante con P7 en FP1 (1:28.556), a dos décimas del tiempo de Jack Miller. La referencia del día fue un descomunal 1:26.492 de Marco Bezzecchi con Aprilia.
🏍️ Dos motos, dos mundos: “Por suerte, una funciona”
La disparidad de rendimiento entre sus dos Ducati no fue casual. Davide Tardozzi confirmó que Bagnaia probó dos configuraciones muy distintas, extremo que el propio piloto detalló al término de la jornada:
“Ha sido un día difícil de entender. Por suerte, una moto de las dos funciona. Una tiene el mismo problema que en Indonesia y con la otra no me siento tan bien como en Japón, sino como antes. Teóricamente son idénticas y el equipo trabaja para afinar el problema. Por suerte entramos en Q2.”
El diagnóstico de fondo sigue siendo el feeling intermitente con el tren delantero, pero el campeón se aferra a la unidad “buena” para construir el sábado.
💨 Viento al límite: Pecco propondrá mover la carrera al sábado
Más allá del “set-up”, el viento —viejo enemigo de Phillip Island— fue protagonista incluso en la jornada con mejor previsión del fin de semana. Bagnaia anticipó su postura en la Safety Commission:
“Veremos si adelantamos la carrera al sábado porque el viento hoy ya estuvo al límite, y eso que, teóricamente, era el día con menos viento.”
El precedente es reciente: en 2023 se adelantó la carrera larga al sábado y la sprint del domingo fue cancelada por rachas extremas. Si el parte se complica, Ducati y varios pilotos empujarán por repetir el protocolo.
Si Pecco y su muro consiguen aislar el paquete ganador y contener el desgaste delantero, el italiano podrá pelear por primeras filas y mantener viva la batalla por el subcampeonato. Si el viento manda, estrategia y timing serán tan decisivos como el propio ritmo.
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