Un tercer puesto que sabe a victoria: cómo un simple cambio en los frenos le devolvió la confianza a Pecco Bagnaia.
Ver a Pecco Bagnaia sonreír en el podio de MotorLand Aragón fue, para muchos, una imagen inesperada. No por el resultado en sí —un tercer puesto—, sino por la forma en la que lo celebró. El gesto no era el de alguien resignado, sino el de alguien aliviado. Quizás no fue una victoria, pero para Pecco, este podio fue mucho más: una bocanada de aire fresco después de semanas de ahogo.
Y todo empezó con una decisión aparentemente menor: cambiar los discos de freno. “Sí, los cambié”, confirmó tras la carrera. “Nunca lo habíamos pensado, pero me permitieron dar un gran paso adelante“. A veces, el diablo está en los detalles, y este cambio le dio a Bagnaia la confianza que tanto había echado en falta: “Pude frenar menos y frenar mejor“, explicó, subrayando lo crucial que ha sido recuperar el control en las frenadas y las entradas de curva.
El contraste con la jornada del sábado fue abismal. En el Sprint, Bagnaia no lograba completar una sola curva sin perder el tren delantero. “Ayer estuve en serios apuros, no podía hacer nada“, admitió. Pero en menos de 24 horas todo cambió. Más allá de los frenos, hubo una transformación interna, mental, casi emocional. “Celebraré más este podio que otros resultados”, reconocía entre risas.
Un paso adelante y un podio en Aragón que sabe a gloria para Pecco Bagnaia
El mérito no fue solo suyo. El equipo trabajó contrarreloj y los datos revelaron algo revelador: en las últimas carreras, Pecco era el piloto que más frenaba y menos desaceleraba del grupo. Algo no cuadraba. Este fin de semana, esa brecha comenzó a cerrarse. “Los pequeños detalles te dan más confianza, y eso te da más velocidad“, sentenció.
Durante la carrera, Bagnaia se mostró sólido. Intentó dar caza a Álex Márquez, que completó una actuación impecable. “Intenté seguirlo, presionarlo, pero no cometió ni un error”, elogió Pecco. También tuvo un intenso duelo con Pedro Acosta, uno de los puntos altos de la prueba: “Pedro fue muy rápido y supo aprovechar el neumático delantero. Nuestra moto es más competitiva, eso me ayudó a escaparme, pero él hizo una gran carrera”.
Algunos se preguntan si, sin esa batalla con Acosta, Bagnaia habría tenido más opciones de alcanzar a Álex. Él lo descarta: “Nunca estuve muy lejos, pero no quiero decir que me hiciera perder tiempo. Cada vez que me atacaba, respondía, gracias también a la velocidad de la Ducati en las rectas”.
La diferencia en la clasificación
Este tercer puesto no cambia el Mundial. De hecho, la diferencia con Marc Márquez en la clasificación asciende a 93 puntos. Pero lo que sí cambia es el estado de ánimo del bicampeón. “Hoy perdí puntos en el campeonato, pero gané confianza. Eso es muy importante después de dos Grandes Premios difíciles”, aseguró. Y añadió con ironía: “Mi último tercer puesto fue en Jerez y estaba enfadado, hoy estoy contento… ¡Qué rápido cambian las cosas!”.
¿Y ahora qué? Mugello aparece en el horizonte como el siguiente gran desafío. Bagnaia no se engaña: “No creo que hayamos encontrado la solución a todos mis problemas, pero sí algo que me ayudó. Tengo que seguir trabajando para reducir la diferencia con los hermanos Márquez. Ese es mi objetivo”. El podio de Aragón no fue una victoria. Pero quizás sí lo fue. Porque a veces, lo más importante no es el trofeo, sino la sonrisa que lo acompaña.
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