Antes de cumplir 26 años, Aron Canet ha superado una infancia marcada por una familia desestructurada, problemas de autoestima y un trastorno alimenticio. Ahora, el piloto valenciano apunta a un nuevo reto en el Mundial de Superbikes.
Aron Canet no ha cumplido aún los 26 años, pero su vida acumula más capítulos difíciles que la de muchos veteranos. El piloto de Corbera, subcampeón del mundo de Moto2 en 2024, ha tenido que crecer más rápido que sus rivales debido a una infancia marcada por una familia desestructurada, problemas de autoestima y situaciones límite que, según él mismo reconoce, le obligaron a forjar un carácter inquebrantable.
En su reciente paso por el podcast Fast & Curious, Canet repasó con franqueza algunos de los momentos más duros de su trayectoria personal y deportiva. Entre sus confesiones, dejó entrever que su futuro inmediato podría estar lejos de Moto2: el Mundial de Superbikes sería su próximo destino, con un contrato que podría hacerse oficial en cuestión de días.
💪 El 2019 y la lucha contra la balanza
Canet señaló 2019 como uno de los años más complicados de su carrera. Mientras peleaba por el título de Moto3, tuvo que someterse a una estricta dieta para igualar el peso de sus rivales, algo que derivó en un grave trastorno alimenticio: la bulimia.
“Estuve con bulimia. Pesaba 63 kilos, entrenaba como un animal y no podía bajar más. Mis rivales estaban en 57 kilos“, confesó. El punto de inflexión llegó en el GP de Alemania, cuando, exhausto, se desplomó mientras paseaba por el circuito. “Fue como un recorte de peso de un boxeador, pero diario”, recuerda.
🎨 Tatuajes y personalidad: un sello que cierra puertas
Con el cuerpo repleto de tatuajes que narran su vida, Canet admite que su estética ha sido motivo de rechazo para algunos equipos y patrocinadores. “Hubo un equipo que quería ficharme si me quitaba los tatuajes del cuello. Les dije que no“, relata.
Para él, los tatuajes son una extensión de su personalidad y no está dispuesto a renunciar a ellos: “Acepto que piensen unas cosas mientras ellos acepten que yo puedo llevar tatuajes”.
🏠 La ruptura familiar que lo cambió todo
En 2016, con solo 16 años, Canet vivió un episodio que marcaría su vida: su padre lo echó de casa en plena temporada. Lo que comenzó como una discusión durante el GP de Catalunya terminó con su progenitor poniéndolo en contra de su propio fan club. “Me quedé solo muy joven”, explica, recordando que poco después tuvo que hacerse cargo de su hermano con apenas 19 años.
La situación llegó a su punto más tenso en Valencia, cuando, según relata, su padre intentó impedir que corriera la última carrera del año. “Tuve que irme a vivir a casa de mi asistente durante un año”, añade.
🔥 Del dolor a la fortaleza
Lejos de hundirse, Canet ha transformado sus experiencias en combustible para su carrera. Su círculo de amigos y parte de su familia han sido clave para seguir adelante. “Hemos hecho un círculo inquebrantable”, afirma.
Ahora, con su futuro apuntando hacia Superbikes, el piloto valenciano afronta una nueva etapa con la determinación de quien ya ha superado las curvas más difíciles de la vida.
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