Álex Márquez revela en “El Cafelito” que firmó con un satélite de Yamaha en Moto2, pero la fábrica bloqueó el acuerdo en cinco días. Señala al conflicto Rossi–Marc como causa. “Pagué los platos”, afirma.
En su reciente paso por “El Cafelito” (YouTube), presentado por Josep Pedrerol, Álex Márquez desgranó uno de los episodios más delicados de su carrera: la oportunidad perdida de fichar por un equipo satélite de Yamaha cuando aún competía en Moto2. Lo cuenta sereno, pero sin rodeos: llegó a firmar el contrato, el equipo estaba de acuerdo y solo faltaba el OK de la fábrica. Ese visto bueno nunca llegó. Cinco días después, siempre según su relato, Yamaha bloqueó la operación. No hubo una explicación formal dirigida a él; solo el mensaje de que la firma no podía prosperar porque la marca no lo aprobaba.
🧾 El contrato que duró cinco días
Álex asegura que cumplió con su parte: firmó con la estructura privada y todo estaba listo a falta del trámite final. Pero el acuerdo se cayó en cinco días. Preguntado si el motivo pudo ser el histórico choque entre Marc Márquez y Valentino Rossi, respondió sin vacilar: “Sí, fue eso.” Lo intuyó por indirectas y por cómo se precipitaron los acontecimientos. De ahí su frase más rotunda: “Yo pagué los platos. Yo pagué esos platos, yo no tenía ninguna culpa.”
🚫 “Veto”, una palabra incómoda
Álex rehúye llamar “veto” a lo ocurrido, aunque reconoce que el episodio se parece a lo que el público entiende por ese término: contrato firmado, interés explícito y, en última instancia, una instancia superior que frena la operación. Con el tiempo, dice, las tensiones se han enfriado y lo personal pesa menos que entonces, pero está convencido de que en aquel momento sí influyó.
⚡ El trasfondo: Rossi vs. Marc y una huella que perduró
Para entender el contexto, Álex remite a la rivalidad Rossi–Marc que estalló en 2015: acusaciones, maniobras al límite y el célebre #SepangClash. A su juicio, esa huella histórica alimentó cautelas dentro de Yamaha a la hora de valorar fichajes para sus satélites. En su caso, concluye, pesó más el apellido que los méritos deportivos.
🎯 Impacto real en su carrera
Más allá del golpe concreto —perder una vía directa hacia la órbita Yamaha—, Álex subraya lo que más costó: gestionar el daño colateral de un conflicto ajeno. No hay rencor en su tono, sí una lectura adulta de cómo lo extradeportivo puede colarse en el mercado de pilotos. Hoy, insiste, el tiempo rebaja trincheras y cicatriza heridas… pero su historia recuerda que no todo se decide con cronómetros.
🔍 Por qué importa ahora
El testimonio de Álex ilustra cómo intereses de marca, narrativas y rivalidades pueden influir en la parrilla más allá del rendimiento. Aporta una pieza inédita a los años más tensos del MotoGP moderno y reabre el debate sobre la interferencia de lo extradeportivo en la gestión de talento.
Si quieres estar informado siempre de todas las novedades, subscríbete a nuestra web y síguenos en nuestras Redes Sociales (@pieldeasfalto) o a través de nuestro canal de Telegram!
Suscríbete a nuestra Newsletter para recibir todas las novedades.