El catalán se llevó a casa la primera posición de la última jornada y el mejor ritmo en la simulación del sprint.
Álex Márquez acabó primero en el test de Barcelona, el primero tras la temporada 2024 y ha repetido hazaña en las jornadas de test que los pilotos de la categoría reina han llevado a cabo estos días en el circuito de Sepang. El catalán se subió por primera vez al conjunto de la GP24 que permitió a Jorge Martín alzarse con el título de campeón del mundo y parece que lo de Álex Márquez con la versión de 2024 ha sido amor a primera vista. Tal es así, que no dudó en ponerse un 8.5 como nota a este penúltimo test.
“Los tres días hemos ido muy bien y sólidos, sobre todo, los dos primeros, bien y este último, muy bien. Entonces, acabar bien el tercer día, probando algunas cositas por la mañana y no perdiendo el rumbo es importante, sobre todo el feeling que tengo encima de la moto. Es muy bueno. Aparte de una vuelta, también el ritmo. A una vuelta es importante. Ha sido bueno, porque estaba en el box, he visto el de Pecco; luego he visto el de Marc y digo: ‘Bah, me toca a mí, hay que ir allí’”, comenzó explicando el de Cervera.
Después de 50 vueltas al trazado malasio, el pequeño de los hermanos Márquez acabó llevándose el mejor tiempo y también el mejor ritmo en la simulación de sprint que todos llevaron a cabo en la última jornada. “Creo que todos se lo han dejado todo. El que diga que no miente. Cuando estaba yendo al box, dije: ‘Uff, ¿me habrá ganado Marc? ¿Por una décima? ¿por medio segundo? ¿le habré metido yo?’. Estaba ahí muy apretado, las cuentas no me cuadraban. Luego, ya cuando lo hemos visto en el box bien… estoy contento. Es sólo un test, pero siempre tener ritmo y ser constantes es bueno”, añadía.
La GP24 vs la GP25
Una de las claves de este test ha sido la comparativa entre el prototipo de este curso con el de la pasada temporada. Los números en la clasificación y las sensaciones de los pilotos colocan en muy buena posición a los pilotos de Gresini que abandonan la penúltima prueba antes de la temporada con una sonrisa en la cara -y una peineta de su hermano-. “Sí, es que es la coña… La vuelta rápida ya la había visto y dije: ‘ahí ya no llegaré’. Y me dijo: ‘aunque lo hubieras intentado, aunque hubieras puesto los neumáticos, no llegabas”, bromeaba Marc a DAZN.
“Todo ayuda. Es mejor, hasta cuánto no sé, pero, al menos, por mi estilo, por mis sensaciones, el ‘feeling’… cuando pido de hacer un intento a una vuelta y la moto responde y te permite hacer el error y te lo perdona, eso es importante, que parece que lleve un año conduciendo esta moto y que la tenga por la mano. Eso es cuando una moto es buena. Y lo dije en Montmeló, al final, lo hice con la GP23; luego salí con ésta y ya bajé el tiempo. Eso es cuando una moto es buena. Y ya cuando tú la tienes por la mano es cuando tú le puedes extraer el cien por cien”, concluía.
La semana que viene -el 12 y 13 de febrero- los pilotos tendrán su última gran prueba en Tailandia antes del inicio del curso donde terminarán de confirmar las sensaciones que han experimentado en Sepang.
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