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Álex MárquezFoto: Jose Carlos Jiménez (Piel de Asfalto)

Jerez fue más que una victoria. Fue una declaración. Porque hay días que cambian trayectorias. Y para Álex Márquez, el pasado domingo lo cambió todo.

Hay victorias que se celebran con una copa. Y hay otras que se celebran con un clic interno: el que marca un antes y un después. Para Álex Márquez, ese clic se produjo en Jerez, en el trazado más simbólico del motociclismo español, donde consiguió su primera victoria en MotoGP ante una afición entregada. Pero más allá del resultado, el mensaje fue claro: el pequeño de los Márquez ha dejado de ser secundario.

“Si me hubieran preguntado dónde me gustaría ganar la primera, hubiera dicho Jerez sin duda, es la mejor carrera del año”, confesó a El Partidazo de COPE. La frase resume la emoción de alguien que llevaba tiempo esperando este momento. Pero también revela una seguridad que hasta ahora había estado latente. Lo sintió antes de la carrera: “Cuando me estaba poniendo el mono, le dije a mi asistente: ‘hoy es el día’. Lo fue. Y lo tuvo todo: el ritmo, la cabeza, la estrategia… y el temple.

🧠 La caída de Marc, el clic mental

La clave emocional del domingo también tuvo nombre propio: Marc Márquez. El ocho veces campeón lideraba la carrera cuando se fue al suelo justo delante de su hermano. Álex no se distrajo. No se bloqueó. Activó el instinto. “Tras la caída de Marc vi que tenía que ir hacia delante. Era en una de las curvas donde él era más fuerte, a lo mejor se relaja. Ahí dije: ‘aprovéchalo’”. Y lo hizo. Pasó a Bagnaia, luego a Quartararo, y gestionó la carrera con una frialdad de campeón. Al cruzar la línea de meta, no solo ganó la carrera número 200 para España en MotoGP. Ganó el respeto que muchos aún le debían.

🏁 Sin sentimentalismos, con instinto

Durante la carrera no hubo lugar para la emoción fraternal. Pero en la vuelta de honor, sí. Marc le cedió el protagonismo en un gesto que solo entienden los que compiten y los que comparten sangre. Porque si alguien conoce a Marc, ese es Álex. “Lo conozco y sé qué ritmo tiene, si está guardado… Y si sabes que el de delante va más rápido, no vas a perder el tiempo adelantándole”. Una ventaja silenciosa que, combinada con trabajo, empieza a marcar la diferencia.

👑 De sombra a líder

Álex Márquez no es nuevo. Fue campeón de Moto3 y de Moto2. Pero es ahora, por primera vez, cuando parece listo para mirar a todos desde arriba. Y ya es líder del Mundial. Es anecdótico porque Marc está a un punto con dos ceros; él es superior, marca el ritmo y la dinámica del campeonato. Si estuviéramos al mismo nivel, podríamos luchar… pero me falta”. La humildad sigue intacta. Pero también una rivalidad silenciosa, que se remonta a la infancia y que podría reavivarse si ambos llegan con opciones al final de temporada. “Si llegamos a la última carrera con opciones de ganar el Mundial los dos, habría más guasa que nunca”.

🔥 El otro Márquez ya no es “el otro”

Vive en Madrid, alejado del foco mediático. No busca protagonismo, pero empieza a merecerlo. No necesita provocar. Le basta con pilotar. “Yo por él tengo admiración; tengo el mejor ejemplo en casa. Cualquiera del paddock querría saber todos sus secretos. Yo los tengo”. Puede que ahora, muchos quieran conocer también los suyos. Porque el Mundial 2025 está escribiendo una historia inesperada. Y en ella, el apellido Márquez vuelve a ocupar titulares… pero con un nuevo autor.

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