Álex Márquez celebra un podio inesperado, superando el dolor físico en Sachsenring y confirmando su crecimiento en el Mundial de MotoGP.
Álex Márquez ha firmado una de las actuaciones más destacadas de la temporada, logrando un meritorio segundo puesto en carrera pese a las molestias físicas con las que llegó al fin de semana. “Te decía el jueves: ‘Te falta hacer un podio llegando lesionado.’ Y lo has hecho, niño”, declaró emocionado tras bajarse de la moto, en una mezcla de alivio, satisfacción y orgullo.
El piloto del equipo Gresini no ocultó la felicidad por un resultado que, según él mismo, no habría imaginado antes de llegar al circuito: “Muy feliz. Hoy también hemos tenido un poco de suerte, que se han quedado dos delante, pero hay que estar ahí, ¿no? Hay que estar ahí”, repitió con énfasis. Y lo estuvo. Pese a las adversidades, Álex supo mantenerse competitivo durante toda la carrera.
Una lucha física y mental
Aunque no se trató de una lesión grave, Márquez admitió que su estado físico condicionó su rendimiento en pista: “Más que dolor en el dedo, iba muy rígido en las curvas de izquierda. A diez o doce vueltas del final tenía todo el brazo dormido. No ayudaba la moto, no ayudaba a girarla, entonces por eso tenía más problemas de lo normal”. Aun así, su capacidad para mantenerse en los puestos de cabeza demuestra una resiliencia destacable.
Ahora, con tres días por delante antes de la próxima cita, Álex espera mejorar su estado físico para pilotar de forma más fluida: “Ojalá pueda recuperar un poquito más.”
Una Ducati que saca lo mejor de los Márquez
El rendimiento de los hermanos Márquez ha dado mucho de qué hablar en el paddock. Mientras Marc ha encontrado un nivel espectacular con la Ducati, Álex fue quien confió desde el primer momento en el potencial de la moto italiana para su hermano: “Desde el minuto uno, le dije: ‘Esta es la moto.’ Yo sabía que tenía que cambiar un poco su estilo y se ha visto. Era un piloto muy agresivo, algo que la Honda exigía. Pero la Ducati es lo contrario: contra más exiges, peor. Tienes que acompañarla, tienes que bailar con ella. Y Marc ha sabido adaptarse.”
Esa adaptación ha sido clave para que el ocho veces campeón del mundo esté liderando el campeonato. Pero Álex no se queda atrás: “Este año, con las armas de un oficial, está marcando mucha diferencia. Así que nada, es más Márquez. ¿Qué más decir?”
Un campeonato abierto, pero con los pies en el suelo
El segundo puesto en el campeonato a mitad de temporada no hace que Álex pierda el foco. Su visión es clara: “Vamos a mirar adelante y atrás. Hemos sido los únicos en pista que sin caernos hemos podido batir a Marc, y eso se tiene que valorar. Intentar estar lo más cerca posible de él, estar a su nivel, es lo que nos hace estar más lejos de los otros.”
Consciente de que el líder es su propio hermano y uno de los pilotos más exitosos de la historia, Álex lo resume con humildad: “No solo es que estemos segundos, es que primero está un ocho veces campeón del mundo. Con las mismas armas, creo que en ningún año lo ha batido nadie.”
El piloto afrontará la segunda mitad del año con la intención de seguir creciendo, manteniéndose competitivo, y, por qué no, soñando con algo más. Porque como él mismo ha demostrado, incluso lesionado, cuando se está “ahí”, todo es posible.
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