El catalán ha anunciado, en una rueda de prensa especial, su retirada de MotoGP a final de temporada.
Circuito de Barcelona-Cataluña-. “Es un sitio perfecto para decir que dejo de ser un piloto full time. Estoy muy orgulloso de lo conseguido. Me siento competitivo, pero el corazón me pide parar, dar un paso al lado”, así anunciaba Aleix Espargaró su retirada de MotoGP tras dos décadas en el mundial. Rodeado de su familia, amigos y rivales y con unos ojos visiblemente emocionados, los de un piloto que durante 20 años ha cumplido su sueño de competir en el mundial de las dos ruedas, del que se despedirá a final de temporada, en el último Gran Premio de Valencia.
Y no es casualidad que la decisión de colgar el mono y las botas llegue en Montmeló, su circuito de casa, el trazado que le vio crecer y ganar su última carrera aquí. “Es un circuito donde empecé a correr en moto y donde el año pasado culminé un sueño. Ha sido una trayectoria muy extraña la mía. Como todos los pilotos, nadie nos regala nada“, explicaba el mayor de los Espargaró.
Precisamente en el Circuito de Barcelona Cataluña, un joven Aleix junto a su hermano Pol, ambos de Granollers -un pueblo a 9 kilómetros de Montmeló-, crecieron viendo motos. Solo unos años más tarde, ambos realizaron su sueño de competir en la máxima categoría. “Ni el mayor guionista de Hollywood hubiese imaginado que a los 30 años podría ganar carreras, luchar por podios con una marca que no lo había hecho nunca antes”. Estoy muy feliz y orgulloso. Ese niño que debutaba por aquí hace muchos años seguro que estaría muy feliz“, expresaba emocionado.
Un adiós tras dos décadas
“Sabéis que siempre he cometido errores por seguir el corazón y no con la cabeza, pero soy así. La cabeza me dice seguir y el cuerpo también me lo permitiría, pero el corazón me dice de parar. Toca pasar más tiempo con mi familia, ver crecer a mis hijos, estar con mi mujer y por eso he decidido dar un paso al lado, ver la vida desde otro prisma, un prisma más tranquilo“, confesaba un emocionado Aleix.
Y varias décadas después, ese sueño se vio culminado en forma de victorias, las del catalán con la marca de Noale, el equipo de su vida. Ahí llegó en 2007, tras un bonito paso por Suzuki, y con esos colores se despedirá al final del presente curso. Aunque se predice que el catalán continuará ligado a la escudería italiana de alguna manera, quizá como test rider, como su hermano. “Me gustaría dar las gracias a Aprilia”. Estos tres últimos años han sido un sueño. Quiero dar las gracias a mi familia y a mi hermano, que siempre ha sido mi referencia. Lo he hecho lo mejor que he podido y estoy muy feliz por todo”.
A pesar de ello, el catalán cuenta aún con varias pruebas para despedirse a lo grande de la vida que durante años le ha dado tanto. Y mientras tanto, solo queda disfrutar…
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