El piloto del Ducati Team arrasa en Brno y firma su novena victoria de la temporada. En una carrera impecable, se escapa en solitario para seguir ampliando su ventaja al frente del Mundial.
El Mundial de MotoGP 2025 tiene dueño y se llama Marc Márquez. En el circuito de Brno, escenario mítico donde leyendas como Doohan, Rossi o Lorenzo escribieron páginas doradas del motociclismo, el piloto de Cervera ha vuelto a demostrar que está en otra dimensión. Lo ha hecho con una victoria sin fisuras, la octava del curso, la quinta consecutiva y, quizá, la más simbólica de todas: un golpe de autoridad en el ecuador del campeonato que lo deja a las puertas de su noveno título mundial.
La salida fue limpia, pero la tensión estaba en el aire. Bezzecchi se puso líder temprano, superando a Bagnaia, mientras Márquez analizaba desde la tercera plaza. En la octava vuelta, sin titubeos, ejecutó su clásico movimiento: adelantó con precisión quirúrgica al italiano de Aprilia y se escapó con un ritmo imposible para el resto. Ya nadie volvió a verlo.
El dominio de un genio
Márquez no solo gana: controla, impone, dirige. Gestiona como nadie los neumáticos —clave en Tailandia—, ataca sin piedad en las sprints como la de este fin de semana, y se adapta al seco y al mojado con la misma naturalidad con la que respira. Es, sencillamente, el piloto más completo que ha dado MotoGP en dos décadas.
En Brno, dejó atrás a Marco Bezzecchi —segundo en un gran día para Aprilia— y a un Pedro Acosta que cada día aprende más lo que significa estar en la élite. Bagnaia, desaparecido. Martín, lesionado. El resto, expectadores.
Números de otra era
Los números ya asustan: 381 puntos en 12 carreras, más de 150 sobre Álex Márquez, su inmediato perseguidor. Diez podios en doce carreras largas. Ha batido el récord de victorias en Sachsenring, ha alcanzado las 200 carreras en la categoría reina, y ha superado las victorias totales de Agostini. Solo Valentino Rossi, con nueve títulos, se mantiene por delante. Pero no por mucho.
“No voy a decir dónde quiero ganar el Mundial. Lo importante es estar preparado para cada domingo”, declaró Márquez tras bajarse del podio, dejando la puerta abierta a una coronación anticipada en casa de Ducati.
El Mundial espera su veredicto
Con Austria, Hungría y Cataluña por delante, y 120 puntos aún en juego antes de Misano, el escenario empieza a tomar forma. Si Márquez gana los tres, podría llegar a San Marino con opción matemática de proclamarse campeón. Sería la culminación de un año mágico. El año en que el mejor Márquez de siempre apareció cuando más lo necesitaba este deporte.
MotoGP ya no busca ídolos. Tiene uno.
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